Propiedades y usos de las vitaminas hidrosolubles y liposolubles
Conoce las propiedades y usos de las vitaminas hidrosolubles y liposolubles. Son un total de 13 vitaminas con propiedades beneficiosas para el organismo. Dentro de cada uno de los dos…
Evita los trastornos del sueño con estos consejos que te ayudarán a dormir con facilidad en otoño. ¡Lograrás descansar de manera reparadora a pesar del frío!
El incremento natural de las defensas y, por tanto, de nuestro sistema inmune puede suponer que en la próxima temporada otoño-invierno no suframos gripes ni resfriados, o estos se manifiesten con síntomas muy livianos. Con ello podremos ver esta estación de un modo diferente, ya que miles de personas la consideran de color gris por su menor número de horas de luz, la bajada de las temperaturas y la nubosidad que cubre el cielo durante varias semanas consecutivas.
La dificultad para conciliar el sueño de manera reparadora es solo un ingrediente más que se suma a un listado repleto de negatividad que termina afectando sobremanera a nuestro estado de ánimo. Si viste que era posible dormir en primavera con facilidad a pesar de la astenia o apenas te costó poner en práctica los útiles consejos para no sufrir insomnio en verano, ¿por qué iba a aparecer el término imposible en esta estación?
Dormir con facilidad en otoño contribuirá a que tu vitalidad aumente en unas fechas en las que la astenia vuelve a sacudir nuestras vidas, el estrés se apodera de nosotros y la oficina se convierte en nuestra segunda residencia. Los trastornos del sueño suelen hacerse evidentes cuando se produce el cambio de hora a finales del mes de octubre, por lo que el desarrollo de un ritual de sueño resulta fundamental para hacerle frente de manera natural. ¡Pon en práctica los siguientes 3 consejos definitivos!
Las proteínas se encuentran presentes en los pescados, frutos secos como las nueces y carnes como la de pollo. Todos ellos cuentan con un alto contenido en triptófano, un aminoácido inductor del sueño al ser capaz de generar melatonina y serotonina. En concreto esta última se termina convirtiendo en melatonina durante el sueño, contribuyendo a dormir con facilidad en otoño.
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Por su parte el alcohol tiene la capacidad para interrumpir el sueño en la fase REM, aquella etapa en la que se producen los sueños, nuestra respiración se vuelve más rápida y se incrementa la frecuencia cardiaca. Deben transcurrir entre 3 y 4 horas desde el instante en el que has ingerido alcohol y el momento de irte a la cama para que el sueño no se vea afectado.
3. Una temperatura agradable en la habitación donde vas a dormir siempre es sinónimo de descanso. La confortabilidad no solo la da el colchón en el que te tumbas o la almohada en la que colocas tu cabeza, sino también el ambiente en el que te predispones a conciliar el sueño. En otoño bajan las temperaturas por lo que el enfriamiento de las viviendas actúa de un modo similar a como lo hacía el calentamiento de las mismas durante el verano, pero a la inversa.
Tener una sensación de frío permanente pese a encontrarte bajo el edredón nórdico puede generar cierta ansiedad al ver que las horas, días y semanas transcurren sin poder dormir con facilidad en otoño por este motivo. El resultado será un cóctel que afectará a tu irritabilidad y estado anímico en caso de que se sume al ya habitual estrés que traes contigo del trabajo. Activa la calefacción unas tres horas antes de disponerte a dormir para que la habitación adquiera una temperatura que favorezca la conciliación del sueño.