7 consejos muy útiles para no sufrir insomnio en verano

Sigue estos 7 consejos para no sufrir insomnio en verano y conciliar el sueño con facilidad. ¡Dormir de manera confortable y reparadora es posible en verano!

¿Tienes la sensación de que la espera hasta la llegada del verano ha sido eterna, sobre todo en estos últimos días? La temporada estival, de la que ya llevamos disfrutando desde hace semanas, comienza oficialmente para acompañarnos durante los próximos meses junto a las altas temperaturas propias de estas fechas. Aunque la astenia primaveral parece algo del pasado, ahora tenemos que enfrentarnos al insomnio en verano como consecuencia de algunas alteraciones en nuestros biorritmos y del sofocante calor que no desaparece ni durante la noche.

Si algo caracteriza a los seres humanos es su capacidad para encontrar soluciones a los problemas, por muy difíciles que resulten en un primer momento, convirtiendo las debilidades en fortalezas y nuevas oportunidades. Cada vez tenemos menos miedo a introducir novedades que supongan algunos cambios en nuestra vida, por lo que los siguientes consejos para no sufrir insomnio en verano, la época del año en la que nuestras vidas experimentan un mayor número de cambios, harán que no resulte imprescindible dejar el aire acondicionado encendido para enfriar el ambiente. ¡Conllevará un ahorro energético del que no serás consciente de manera inmediata además de evitar un posible resfriado!

  • Una adecuada ventilación nocturna: abre las ventanas en cuanto comience a anochecer y el sol se oculte para generar una pequeña brisa que ayude a conciliar el sueño con facilidad cuando vayas a dormir. Además, no bajar las persianas en su totalidad contribuye a que la sensación térmica en la habitación baje ligeramente durante la madrugada. Utiliza un antifaz para que los primeros rayos solares, a pesar de reflejarse en la cama, no te despierten y así el sueño sea reparador. Esta sensación puede ser muy relajante.
  • El algodón es tu tejido para las altas temperaturas: el empleo de prendas que no son transpirables pueden desembocar en la aparición de insomnio en verano, ya que el cerebro se encontraría en alerta durante la noche. Todos descubrimos hace más de tres décadas que las bicicletas son para el verano, y lo mismo sucede con el algodón. Sustituye las sábanas de franela propias del invierno y los pijamas de lana por prendas de algodón que permitan la transpiración de la piel para hacer frente a las altas temperaturas del exterior. Estos tejidos ligeros y sueltos provocarán que sea más fácil conciliar el sueño, aunque otra opción consiste en dormir directamente en ropa interior si nos acompaña una ola de calor.
  • Ducha de agua tibia y paños húmedos: para refrescarte antes de ir a la cama puedes tener la tentación de darte una ducha de agua fría creyendo que vas a reducir la sensación térmica. La realidad es justo la contraria: el organismo se reactiva favoreciendo el insomnio en verano y este alivio momentáneo hará que sientas el calor con mayor intensidad, a pesar de que las temperaturas hayan descendido de forma ligera. Por este motivo es preferible una ducha con el agua tibia, para que después el contraste con las altas temperaturas sea menor. Una ducha relaja la musculatura e induce al sueño de forma natural.

Los paños húmedos también ayudan a mantenerte fresco e hidratado durante las noche, especialmente las zonas más sensibles al calor como el cuello y los pies. En este sentido, nuestra recomendación es que los pies permanezcan al aire libre para evitar un exceso de sudoración que pueda desvelarte por completo cuando todavía faltan varias horas para que suene el despertador.

  • Mantener la calma: no ser capaz de conciliar el sueño por culpa de las altas temperaturas puede llevarte a perder los nervios y que esa noche apenas duermas 2 o 3 horas, con el trastorno que supone para el resto del día que todavía no ha hecho más que comenzar. El insomnio en verano es muy habitual entre las personas de todas las edades, por lo que simplemente debes cumplir estos consejos para que los nervios no se apoderen de ti y sea algo del pasado. De lo contrario subirán tus niveles de estrés y tu irascibilidad.
  • Cena ligera y sin alcohol: en verano cenamos más tarde, por lo que nos solemos ir a la cama sin que haya transcurrido el tiempo suficiente para completar la digestión. Si te sientes identificado con esta afirmación, lo cierto es que puedes tener complicaciones a la hora de conciliar el sueño. Las grasas deben desaparecer de las cenas durante la temporada estival y sustituirse por productos refrescantes como las ensaladas que cuenten con un alto porcentaje de agua. En este enlace encontrarás las claves definitivas de la alimentación y dieta en verano. Un vaso de leche puede ser el punto final perfecto a una cena ligera y nada copiosa, pues los lácteos favorecen la producción de serotonina.

Excluye las sustancias excitantes de tu alimentación. Por este motivo no debes tomar bebidas alcohólicas en la cena ni después de ella porque, además de no ser nada beneficiosas para el organismo, fomentan el insomnio en verano y empeoran la calidad del sueño. En un primer momento algunas de ellas te harán sentir más fresco, por el simple hecho de tomarse muy frías, para después recibir su conjunto de propiedades contraproducentes para el organismo.

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Tampoco es recomendable practicarlo unas 3 o 4 horas antes de acostarte ya que el desarrollo de una actividad física supone un incremento de la temperatura corporal a pesar de que posteriormente te duches con agua templada. Como sucedía con el agua fría, el ejercicio físico nos activa aunque ya haya anochecido y puede resultar muy complicada la conciliación del sueño.

  • Aleja los dispositivos electrónicos por la noche: ¿cuántas personas conoces que se acuestan y dejan encendidos su smartphone, ordenador portátil o tablet a escasos centímetros de su cama? Por no mencionar otros dispositivos que desempeñan otras funciones en tu domicilio. Esta decisión en verano tiene una vital trascendencia porque puede provocar un ligero incremento de la temperatura en la habitación en la que te dispones a dormir, lo que marque la diferencia entre poder conciliar el sueño o no viendo prácticamente todas las horas del reloj por culpa del insomnio.

Si conseguiste dormir en primavera con facilidad a pesar de que parecía una tarea imposible, ¿crees que conseguirás conciliar el sueño de manera confortable durante unas 8 horas diarias en verano? A estos remedios caseros hay que añadir una serie de soluciones naturales que contribuyen a ello.


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