Día Mundial de la Relajación
En el último año 9 de cada 10 españoles han sufrido estrés, según el último estudio Cinfasalud sobre “Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés”, elaborado por laboratorios Cinfa y avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).
A través de este estudio, los autores han querido definir el perfil del español más afectado por el estrés, analizando las causas y factores que generan este trastorno, e incidiendo en aquellos relacionados con el ámbito laboral y el uso de nuevas tecnologías.
Los datos más destacados de este estudio ponen encima de la mesa una realidad de la que nadie habla: el estrés reina nuestras vidas y no somos conscientes de las consecuencias que puede llegar a tener en nuestra salud.
Las cifras muestran que un 96% de los españoles han sentido estrés en algún momento en el último año y que un 42,1% (cuatro de cada diez personas), lo han hecho de manera frecuente o continuada, porcentaje que equivale a casi 12 millones y medio de españoles (12.413.000).
En función del género y edad, el estrés se presenta en mayor grado en los menores de 45 años, principalmente entre las mujeres (48,7% frente al 31,5% de los hombres). Por otro lado, los estudiantes son quienes lo padecen de manera más frecuente o continua (55,6%), seguidos de las personas en busca de su primer empleo (50,7%), y los empleados, tanto por cuenta ajena como propia (41,4%).
Hijos, falta de tiempo o exceso de actividad, claves del estrés
Entre los encuestados mayores de 31 años que afirman sentirse estresados, un 58,3% tiene hijos. El 61,2% de las personas con hijos revela sentirse estresado continuamente, frente al 38,8% que no tiene descendencia. Según este informe, cuántos más hijos más frecuencia y continuidad del estrés.
Entre las causas más frecuentes de aparición del estrés, están el exceso de actividad o la falta de tiempo (50,9%), junto con los problemas de cansancio y sueño (46,2%). Aunque la mayoría de las veces, son factores de la vida diaria los que ocasionan este sentimiento (98,4%).
En relación con el ámbito laboral, seis de cada diez trabajadores españoles –tanto por cuenta propia como ajena (60,3%) se sienten estresados por la carga de trabajo, el 27,2% por la relación con sus jefes o compañeros, y uno de cada cuatro (25,1%) ante el miedo a no estar a la altura de las expectativas. En los autónomos, la ausencia de negocio es una fuente importante de estrés.
El 28,3% de los españoles declara que el uso de las nuevas tecnologías eleva su nivel de estrés, un porcentaje que se incrementa a 30,9% en los jóvenes de 18 a 34 años. Los motivos de estrés más mencionados al respecto son la imposibilidad de “desconectar”, recibiendo llamadas y correos fuera de horario laboral.
¿Qué hacen los españoles contra el estrés?
Para prevenir el estrés, los encuestados han explicado las medidas que llevan a cabo como conversar con amigos y/o la familia (43,9%), aceptar la causa del estrés e intentar no sentirse afectados (40,0%), y practicar deporte (38,1%).
Trucos para relajarse
El estrés se puede controlar a través de técnicas de relajación. Los expertos aconsejan, ante un episodio de estrés continuado, algunas pautas como ser observador y reconocer cómo está respondiendo nuestro cuerpo ante un síntoma de estrés (por ejemplo, episodios de insomnio).
Hacer ejercicio regularmente es una de las opciones más utilizadas para combatir el estrés, los expertos recomiendan aunque sea 30 minutos de caminata para mejorar el estado de ánimo. Para aquellos que no quieran andar, existen muchas más opciones. Las actividades relajantes como la meditación, los ejercicios de respiración o las actividades que incluyan relajación muscular pueden ser una buena opción.
Establecer horarios, objetivos y prioridades es otra de las recomendaciones que hacen los expertos. Los horarios nos ayudan a tener una organización diaria. Además de saber decir “no” cuando no te apetece hacer algo o no quieres hacerlo.
La importancia de la respiración
Existen dos tipos de respiración, la respiración por el pecho y la respiración diafragmática. La primera utiliza músculos secundarios de la parte superior del pecho y la segunda, que proviene del diafragma, es la más eficaz y eficiente para relajarnos.
La relajación tiene múltiples beneficios porque elimina la tensión muscular, favorece la recuperación ante una fatiga, nos ayuda a descansar y favorece el sueño reparador, reduce la tensión arterial, ayuda a mejorar la autoestima y favorece, entre otras cosas, la ruptura de pensamientos negativos. Además, tiene repercusiones en el rendimiento cognitivo porque favorece la concentración, con lo que ejecutaremos mejor la tarea, aumenta la capacidad de retención en la memorización, facilita la recuperación (el recuerdo) de la información.
La Clínica Mayo da algunos tips para reducir el estrés a través de la respiración diafragmática:
- Ponte en una posición cómoda. Cierra los ojos y concentra la atención en tu cuerpo y en la respiración.
- Inhala profundamente por la nariz y deja que el abdomen se llene de aire y se expanda ligeramente. Exhala a la vez que te relajas y despides todo el aire por la nariz.
- Lleva una mano al abdomen, justo debajo del ombligo, y la otra mano a la parte superior del pecho. Inhala profundamente por la nariz y exhala por la nariz. Siente la frescura del aire cuando ingresa y su calor cuando sale.
- A medida que inhalas y exhalas por la nariz, enfócate en cambiar tu respiración de lugar para que puedas sentir cómo sube y baja el abdomen, más que el pecho. En otras palabras, debes lograr que la mano que descansa sobre el abdomen se mueva más que la mano que está en el pecho. Inhala profundamente por la nariz y envía el aire hacia la parte posterior de la garganta y en dirección descendente hacia la panza. Permite que el abdomen se desinfle lentamente a medida que exhalas por la nariz.
- Respira tres veces más, lenta y profundamente, y concéntrate de forma consciente en cómo sube y baja el abdomen. Continúa respirando profundamente en ciclos completos, y confía en que el cuerpo se relajará a medida que la respiración se vuelva más lenta.