Tres maneras sencillas y seguras de hacer mascarillas caseras
En este post te contamos cómo hacer mascarillas protectoras caseras. Recuerdas que su eficacia contra el contagio del coronavirus no es igual a las oficialmente homologadas.
La irrupción de la tecnología en nuestras vidas ha supuesto un gran avance en la sociedad. Hace 50 años nadie hubiese imaginado poder comunicarse 24 horas con cualquier persona del mundo, no solo telefónicamente sino también con imagen. Los smartphones, los ordenadores y las tablets son parte de nuestro día a día y prácticamente pasamos la mitad de nuestra jornada pegada a ellos, lo cual, trae consigo muchas patologías que estamos desarrollando y que tienen que ver directamente con la sobreexposición a la llamada luz azul.
Con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebra desde el año 2000 todos los días 8 de octubre, os vamos a hablar de las principales patologías relacionadas con la visión que existen actualmente y, concretamente, de la conocida como luz azul, así como algunos consejos para cuidar nuestra salud visual.
El lema de este año es “Hope in sight (Esperanza en la vista)”, una iniciativa conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por sus siglas en inglés).
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de más de 150 organizaciones miembros de la IAPB, “entre las que se incluyen todas las principales ONG de atención ocular del mundo, los principales organismos profesionales de oftalmología y optometría, los hospitales de enseñanza y las empresas, unidos en la colaboración para eliminar la ceguera y la deficiencia visual evitables”, según explican desde IAPB.
El objetivo principal de que se celebre un día mundial de la visión es concienciar a las personas sobre los diferentes tipos de afecciones visuales, sus tratamientos y prevenciones. Y es que, según los últimos datos del Grupo de Expertos en Pérdida de la Vista de la IAPB, en 2020 al menos 2.200 millones de personas tienen una deficiencia visual que puede o no ser tratada. De ellos, al menos 1.000 millones de personas tienen una deficiencia visual que podría haber sido prevenida o aún no ha sido tratada. Además, 2.600 millones de personas tienen miopía, incluyendo 312 millones de niños menores de 19 años.
Por otro lado, afirman: “Millones de personas viven con condiciones oculares que aumentan su riesgo de pérdida de la visión”. En cifras son 196 millones de personas las que viven con degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), 146 millones de personas viven con retinopatía diabética, 76 millones de personas que viven con glaucoma, 2,5 millones de personas que viven con triquiasis tracomatosa y 277 millones de personas, con miopía elevada.
“Existen grandes desigualdades en la distribución de la discapacidad visual; se estima que la prevalencia en muchas regiones de ingresos bajos y medios es cuatro veces mayor que en las regiones de ingresos altos. La carga tiende a ser mayor en las zonas rurales y en el caso de las personas de edad, las mujeres, las personas con discapacidad, las minorías étnicas y las poblaciones indígenas”, añaden.
Se denomina comúnmente luz azul a aquella que proviene de las pantallas que están a nuestro alrededor: tabletas, ordenadores, móviles, televisión…
De hecho, según un estudio llevado a cabo por Multiópticas, en el marco de la campaña ‘Screen Pollution’, pasamos 67 días viendo un dispositivo digital (lo que se traduce en 11 horas diarias). Además, los menores de 18 años pasan una media de casi tres horas al día frente a pantallas y un 81% de las personas llega a mirar más de cinco pantallas distintas a lo largo del día.
Manuel Díaz Llopis, Catedrático de Oftalmología de la Universidad de Valencia señala en este mismo documento que “esta ausencia de actividad luminosa y excesivamente sedentaria derivada de la exposición a las pantallas conlleva efectos muy nocivos, como la posible aparición de astenopia acomodativa (cuyos principales síntomas son escozor y enrojecimiento de los ojos, así como dolor de cabeza) o la progresión de la miopía en niños derivada de esta falta de luz natural”.
El catedrático Díaz Llopis ofrece un decálogo para desintoxicarnos de la contaminación a las pantallas:
Por otro lado, la Biblioteca Nacional de Salud estadounidense da otras recomendaciones para cuidar nuestra salud visual: