Día Mundial del Alzheimer, cómo mantener activa la mente y la memoria.

El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad que afecta a unas 800.000 personas en España y que constituye la primera causa de discapacidad en todo el mundo. 

España es uno de los países del mundo con mayor proporción de casos de Alzheimer entre personas de más de 60 años. Un 5% de las personas de 65 años lo padecen y en mayores de 90 la tasa aumenta hasta el 40%. En los próximos 20 años se espera que la prevalencia de la demencia por esta patología sea el doble. Actualmente, se han diagnosticado más de 1.200.000 casos de Alzheimer en nuestro país. 

Aunque la edad constituye el primer factor de riesgo, se ha demostrado que la esperanza de vida de las mujeres (3 veces mayor que la de los hombres) hace que actualmente el predominio de la enfermedad sea mayor en este colectivo. En todo caso, se prevé que afecte considerablemente a ambos sexos, en los próximos años, como consecuencia del envejecimiento de la población. 

El doctor Juan Fortea, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN, afirma que: “la prevención podría ayudar a reducir el número de casos que se producen cada año. Algunos estudios apuntan a que una reducción de al menos un 25% en factores de riesgo podría ayudar a prevenir entre 1 y 3 millones de casos de Alzheimer en el mundo”. 

La Sociedad Española de Neurología (SEN) conmemora esta jornada y alza su voz para prevenir y tratar esta enfermedad neurológica. A su vez, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) ha desarrollado un programa de actividades bajo el lema “La dependencia fuera de la ley”.

¿Qué es el Alzheimer?

En 1906 el neurólogo alemán Alois Alzheimer (1864-1915) observó cambios en el tejido cerebral de una mujer fallecida. Pensó que era una enfermedad mental extraña, progresiva y de origen desconocido, pero era Alzheimer. Su apellido quedaría para siempre vinculado a esta patología.  

Los síntomas de la enfermedad vienen determinados por las lesiones en el cerebro del paciente. La pérdida progresiva de neuronas y de sus terminaciones produce atrofia de la corteza cerebral, más acentuada en las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria. El inicio de la enfermedad se genera muchos años antes de que aparezcan los primeros síntomas. 

Se puede hablar de dos grandes grupos de síntomas: problemas iniciales de memoria y problemas psicológicos, en una enfermedad de larga evolución, alrededor de 10-15 años. 

Fases de la enfermedad: 

-Etapa inicial (3-4 años de duración): aparecen los fallos en la memoria, dificultad para encontrar las palabras de nombres u objetos, problemas de concentración. 

-Etapa intermedia (3-5 años de duración): son llamativas las limitaciones de las actividades de la vida diaria. Se va perdiendo la autonomía y necesitan ayuda en las actividades básicas. 

-Etapa final (3-5 años de duración): pueden perder completamente la memoria y las capacidades intelectuales y funcionales. 

¿Cuáles son los principales signos de alarma? 

  1. Cambios en la memoria que dificultan la vida cotidiana.
  2. Dificultad para planificar o resolver problemas.
  3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre. 
  4. Desorientación del tiempo o del lugar.
  5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno al otro en el ambiente. 
  6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito. 
  7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para recordar donde estaban. 
  8. Disminución o falta del buen juicio. 
  9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales. 
  10. Cambios en el humor o en la personalidad. 

Tratamiento, consejos y cuidados

Actualmente, no existe un procedimiento curativo de la enfermedad, pero si se dispone de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, que ralentizan la progresión de la enfermedad. Normalmente, este tipo de pacientes pueden permanecer en su casa durante el transcurso de la misma y hasta el último día de ella. 

Existe un debate sobre qué tipo de profesionales médicos son los más indicados para este tipo de pacientes. La ayuda de su médico de cabecera es suficiente, pero a veces es necesario de especialistas como terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psicólogos, etc. No obstante, a medida que avanza la degeneración, es posible que el paciente necesite asistencia constante o incluso el ingreso en una residencia, pero siempre sin perder el contacto con su familia. 

Los principales consejos y cuidados a tener en cuenta por familiares y profesionales para tratar la enfermedad se centran en el aseo e higiene de la persona con Alzheimer, en el cuidado de su alimentación, en el mantenimiento de su movilidad y en su capacidad comunicativa.

¿Cómo funciona la memoria?

La memoria se puede definir como la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. La memoria puede ser entrenada mediante estimulación cognitiva y juegos mentales. Existen diferentes tipos de memoria en función del tiempo que permanece la información en el sistema; del tipo de información y del órgano sensorial empleado. 

Una de las patas más importantes para los pacientes con Alzheimer es conseguir tener su memoria en constante funcionamiento. Lo más recomendable es: ejercitar sus capacidades, ayudarle a mantener la curiosidad y un cuerpo sano. De forma general se aconseja: una dieta sana, hacer ejercicios, evitar el estrés, relacionarse, hacer cosas nuevas, utilizar una agenda, viajar, leer, hacer ejercicios de memoria y fijarse en los pequeños detalles. 


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