Café verde tu gran aliado este verano
Convierte el café verde en tu gran aliado para este verano ya que su ingesta contribuye al control del peso, a la estimulación de nuestro metabolismo y a la absorción…
Seguro que en más de una ocasión, en diferentes ámbitos de tu vida, has creído que dos conceptos significaban lo mismo pero en realidad eran muy diferentes. Algo parecido sucede con los alimentos biológicos y ecológicos, por lo que hoy os mostramos sus principales diferencias.
Los alimentos denominados “BIO” se caracterizan por no haber pasado por laboratorios donde se pudieran alterar genéticamente para que luzcan siempre con un aspecto bonito y apetecible (mismo tamaño y color de cada uno de ellos).
Haciendo un paralelismo con alguno de los clásicos de Disney, podría venirnos a la cabeza la imagen de la manzana de Cenicienta que es siempre de color rojo, brillante y de igual tamaño que las demás. Sin embargo, si estas manzanas fueran biológicas desde luego que cada una de ellas tendría un tamaño y color diferente en función de las lluvias y condiciones climatológicas de un año o de otro.
Por su parte, para que un alimento sea ecológico es obligatorio que cumpla una serie de requisitos como que las semillas tengan una procedencia ecológica, el suelo sea rico en minerales y no se hayan utilizado químicos para la tierra ni en la lucha contra las plagas (libre de fertilizantes y pesticidas).
Otro de estos factores a tener en cuenta es el aire de la zona en que son plantados, por lo que estos alimentos deben alejarse de sectores que sufran altos niveles de contaminación ambiental.
En lo que respecta a la carne, es importante que el animal se alimente con comida/pienso biológico, respire aire limpio y no se utilicen antibióticos y hormonas para su crecimiento.
El valor nutricional es el gran atractivo de estos alimentos debido a que son ricos en nutrientes de alta calidad y su sabor es muy rico y auténtico a pesar de que su aspecto no sea el ideal fisiológicamente hablando.