¿Alergia al polen en invierno? No lo confundas con un resfriado

Conoce los síntomas de la alergia al polen en invierno y sus diferencias con los resfriados. Descubre consejos y remedios naturales para prevenir la alergia.

Las alergias, al igual que sucede con otras enfermedades, no entienden de edades ni de una época fija en el calendario. Esta es la principal conclusión extraída tras comprobar un año tras otro que sus primeros síntomas se manifiestan en enero tras el fin de las Navidades y cuando las temperaturas son realmente bajas. Aunque ya sabemos que las Bicicletas son para el verano, el mito de las alergias únicamente en primavera se diluye como un azucarillo cuando se observa a miles de personas de tu alrededor sufrir episodios alérgicos causados por los cipreses y las arizónicas (pólenes de cupresáceas) durante los meses invernales.

Sin embargo, su identificación se vuelve más complicada debido a las similitudes existentes con los síntomas de un resfriado, muy habituales en el invierno a pesar de cumplir con los consejos para prevenir las enfermedades relacionadas con el frío. ¿Por qué continúas sin ser capaz de diferenciar entre una alergia y un catarro en pleno siglo XXI y pese a las avanzadas tecnologías médicas existentes? Unas sencillas pruebas con tu alergólogo serían suficiente para averiguar a qué se debe el malestar que estás sintiendo y poner remedio rápidamente a los síntomas de la alergia.


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Para distinguir con facilidad una y otro, a continuación os explicamos cómo es su sintomatología y algunos consejos que favorecen su prevención. ¡No lo llames resfriado cuando quieras decir alergia!

Diferencias en los síntomas de las alergias y resfriados

 

  • Diferencias en la duración: los resfriados aparecen en nuestro cuerpo, los sufrimos con dolor de garganta o fiebre y finalmente desaparecen, todo ello en un periodo que oscila entre los 4 y 6 días. Este proceso es muy diferente al de las alergias, que se prolonga durante varias semanas con una intensidad variable coincidiendo con el periodo de floración de la planta a la que seamos alérgicos.
  • Estornudos: ¿cada cuántas palabras encadenas una serie de estornudos si tienes alergia en invierno? Es posible que tus amigos conozcan más tus estornudos en estos meses que tu propia voz, ya que es uno de los síntomas más comunes de la polinización. A pesar de que un resfriado también puede asociarse con los estornudos, estos son menos frecuentes y en él no tienen cabida las series de 6 o 7 seguidos en apenas unos segundos tan típicas de las alergias.
  • Mucosidad: nuestros rostros reflejan a la perfección prácticamente la totalidad de síntomas de las alergias. Cuando sufrimos un episodio de este tipo tenemos un pañuelo a nuestro lado durante todo el día porque la mucosidad es constante y transparente sin importar el lugar en el que te encuentres. Por su parte, con un resfriado esta es muy similar en un primer momento aunque con el paso de los días se termina convirtiendo en espesa y la dificultad para su expulsión se incrementa de forma considerable.
  • Picor en los ojos, la nariz y la espalda: un auténtico tres en uno que te hará la vida imposible durante tres meses pudiendo desembocar en la aparición de lágrimas sin que tú puedas controlarlas. A diferencia de los catarros, en los que es habitual que sufras congestión en los ojos y los sientas cansados, las alergias te los irritan. A ello se le suman los picores en la espalda, muy incómodos porque, salvo que tengas una gran flexibilidad, resulta complicado llegar con nuestras manos a la zona central de la misma para eliminarlos.
  • Dolor de cabeza: no es propio de las alergias aunque puede aparecer de forma puntual cuando los niveles de polen se encuentran muy altos y tú los sufres en cada uno de los momentos del día. El dolor de cabeza sí es uno de los síntomas más característicos de los resfriados y su intensidad es mayor.
  • Tos: tampoco sueles sufrirla cuando padeces un cuadro alérgico controlado pero sí se manifiesta con los primeros síntomas de asma, una enfermedad respiratoria que puede obstruir las vías aéreas causando sensación de ahogo, opresión en el pecho y fatiga. La tos es muy común cuando contraes un resfriado y esta suele ser seca en un primer momento para después asociarse con la expulsión de mucosidad.

Consejos fáciles para prevenir la alergia

Es una obviedad que no puedes eliminar la alergia que sufres en invierno a los diferentes tipos de cupresáceas. Pero como sucede con otras enfermedades, la prevención resulta clave para minimizar sus síntomas en nuestro organismo. Por este motivo debes aplicar algunos de estos fáciles consejos en tu rutina diaria que persiguen facilitarte tu vida cuando los cipreses y las arizónicas se encuentran en su máximo apogeo.

  • No tender la ropa al aire libre: el riesgo de que la ropa húmeda se impregne de partículas de polen desaparece si utilizas un tendedero interior después de recoger la colada. Tu salud agradecerá este cambio en la rutina aunque las prendas tarden algo más en secarse.
  • Ventilar la vivienda a primera hora de la tarde: en muchas ocasiones el frío provoca que seamos recelosos de abrir las ventanas de las habitaciones, una sencilla acción que debes realizar de forma obligatoria para renovar el aire y sentirte mejor. En caso de que sufras alergia nuestra recomendación es que la ventilación se produzca a primera hora de la tarde, instante en el que los niveles de polen son más bajos por norma general.
  • Peinarte cuando llegas a casa: una de las últimas cosas que se te pasan por la cabeza es que el pelo acumula las partículas de polen que se encuentran en el aire, pero así es. Por ello, para reducir los síntomas ocasionados por las arizónicas y cipreses, dedica unos minutos a peinarte cuando regreses a casa después del trabajo, del gimnasio o de estar con tus amigos.
  • Gafas de sol en tu vestuario: incluso en los días lluviosos propios del invierno es aconsejable que lleves puestas unas gafas de sol para evitar el contacto de estas partículas con los ojos, uno de los grandes damnificados por el polen. Si el viento acompaña además a las bajas temperaturas, las gafas de sol se hacen todavía más necesarias. Por este mismo motivo deberás conducir con las ventanillas subidas, aunque las gafas de sol deben ser obligatorias si las bajas en cualquier momento.

Remedios naturales para prevenir la alergia

Cuando presentimos que un cuadro alérgico nos va a acompañar durante las próximas semanas debemos tener muy cerca de nosotros productos como Ventolíder de Naturlíder. Asimismo para prevenir las alergias en invierno también puedes llevar a cabo el siguiente proceso que utiliza un drenante como Drenalíder, probióticos y el propio Ventolíder, pudiéndose combinar estos dos últimos al mismo tiempo.

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Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra. Con la célebre cita del poeta británico James Rusell Lowell, queremos que a partir de este momento las alergias en invierno, sin llegar a desaparecer, sean muy llevaderas convirtiéndose en lo más parecido a un mal libro cuyos síntomas superas con facilidad porque rápidamente leerás otro que te cautive. ¡Ni los alérgenos en su periodo de esplendor podrán contigo!


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17 noviembre / 2016

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