Regalos saludables para San Valentín
Se acerca uno de los días más románticos del año, San Valentín, que tiene su origen hace miles de años, y que se ha convertido en un día especial para…
Mantener la mente y el cuerpo en equilibrio es fundamental para que tu estado de salud sea óptimo según el Ayurveda. ¡La enfermedad llega con los desequilibrios!
El Ayurveda, el concepto tradicional de salud de origen indio, entiende que un estado de salud existe cuando hay el equilibrio entre los humores corpóreos (vata, pitta y kapha) y los tres productos de desecho (orina, heces y sudor), además del funcionamiento normal de los sentidos y cuando el cuerpo, la mente y la conciencia trabajan armoniosamente como unidad.
Cuando uno de todos estos elementos se desequilibra comienza el proceso de la enfermedad. Debido a que el equilibrio de los elementos y funciones anteriores es responsable de la resistencia natural y la inmunidad, una persona sana no podrá ser afectada por enfermedades contagiosas. De este modo, el desequilibrio del cuerpo y la mente es responsable del dolor fisiológico y físico.
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El ambiente interno del cuerpo reacciona constantemente al ambiente externo y el desorden ocurre, precisamente, cuando éstos dos están desequilibrados.
Entendiendo la enfermedad como un proceso para poder cambiar el ambiente interno y equilibrarlo con el externo, el Ayurveda defiende que las enfermedades hacen posible restablecer el orden y la salud donde existía el desorden y el malestar.
Según el Ayurveda, las enfermedades se pueden clasificar según su origen: psicológico, espiritual o físico. Otra clasificación factible es de acuerdo al lugar de manifestación: corazón, pulmones, hígado, etc. Esto es porque los síntomas de la enfermedad pueden aparecer en otro lugar que no es el de origen. Las enfermedades se clasifican de acuerdo a los factores y a la dosha (vata, pitta y kapha) que la causa.
Por tanto, para vivir plenamente la salud, mental o física, importa el cómo estamos, el cómo nos sentimos, el cómo gestionamos nuestras emociones, pero también el cómo comemos, cómo dormimos y cómo son nuestras digestiones.