Propiedades, beneficios y usos de los Superfoods
Adéntrate en el mundo de los superalimentos y la alimentación healthy a través de una aproximación a las propiedades, beneficios y usos de los Superfoods. Tendencia entre los foodies de…
Los ataques de hambre suelen presentarse cuando sufres estrés en tu vida o porque no realizas varias comidas al día. En este sentido, es aconsejable que no pasen más de 4 horas entre cada comida ya que tenemos la mala costumbre de comer lo primero que se nos antoja cuando tenemos hambre y además suele tratarse de alimentos que no benefician en nada a la salud como las patatas, chocolates, dulces o quesadillas.
Por lo tanto, apostar por un estilo de vida saludable que combine a la perfección una alimentación equilibrada con la práctica de ejercicio resulta fundamental en la tarea de poner fin a los famosos ataques de hambre con los que puedes llegar a vaciar un frigorífico en cuestión de minutos.
Nuestro primer consejo es que disfrutes de tus alimentos y los ingieras despacio para que tu organismo pueda asimilar que estás comiendo lo suficiente. Así tendrá tiempo para crear la sensación de satisfacción.
Como es prácticamente imposible no sentir hambre entre comidas, te recomendamos que tomes algunos de los siguientes alimentos que, además de ser bajos en grasas, te ayudarán a sentirte mejor por más tiempo. Dichos alimentos no sustituyen al desayuno, la comida o la cena, tan sólo son complementos para saciarnos entre horas:
Desayunar correctamente: el desayuno debe ser la principal comida del día, por lo que debe evitar que tengas hambre hasta que llegue el momento de la siguiente comida.
No saltarse ninguna comida: no debes pasar más de 3-4 horas sin comer, ya que esto provoca justo el efecto contrario en tu organismo. En concreto, pueden producirse caídas de glucosa, se te dispara la “alarma” y aumenta la dificultad para controlar el hambre.
Tomar alimentos con mucha fibra: ayudan a saciarte y eliminan la sensación de hambre durante más tiempo.
Proteínas: alimentos como la carne, las aves, el pescado, los huevos, las legumbres y los frutos secos favorecen la saciedad.
Ingerir diferentes frutas: las manzanas, piñas y kiwis son muy buenas opciones. En caso de que quieras hacer una dieta y comer sano, debes evitar en la medida de lo posible aquellas frutas altas en azúcares como el mango o plátano debido a su alto contenido en calorías.
Beber agua: en ocasiones sentimos que tenemos hambre y queremos comer, pero la realidad es que solo tenemos sed. Las señales de sed y hambre son similares, de modo que puedes llenar el estómago tomando agua. Así mantendrás a raya el hambre y transmitirás señales al cerebro de que estás lleno.
Té o infusiones: estas bebidas son muy buenas aliadas para crear en nuestro estómago la sensación de saciedad gracias a su sabor y al calor que transmiten.
Yogures desnatados y 0%: da igual si son de sabores, contienen trozos o es natural bajo en azúcar, cada una de estas variedades ayudan a mantener el hambre estable.
Semillas: las nueces, avellanas, pistachos, almendras y frutas secas son muy buenas para calmar los antojos y además tienen las calorías necesarias para ayudarnos el resto del día.
Queso: tomar una porción de queso fresco bajo en grasas o 0% es una gran ayuda para aquellos momentos en que el hambre no te deja continuar con tus actividades.
Buscar actividades que sean de mayor interés para distraerte: hacer deporte, dormir, leer, ver una película, bailar, limpiar la casa o ayudar a los niños con las tareas hará que no estés aburrido y desaparezca la necesidad de picar entre horas.
No eliminar totalmente chocolates o los postres de nuestra dieta: esta decisión creará más ansiedad y deseos de comer. Puedes permitirte una vez a la semana una porción de pastel o un flan, para lo que te recomendamos que los tomes con bajos niveles de grasa y azúcares.
Ha quedado demostrado que los ataques de hambre los puedes calmar de forma sana y efectiva. ¡Cuéntanos cuál es tu truco favorito!