Los antioxidantes, un 10 para nuestra salud

Además de los antioxidantes producidos por el cuerpo, necesitas suplementos para neutralizar las acciones de los radicales libres. ¡Retrasa el envejecimiento!

Seguramente habrás oído hablar de los radicales libres y de que son los causantes de los procesos de envejecimiento y están relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares o degenerativas. También habrás escuchado que los antioxidantes, un tipo de sustancias existentes en determinados alimentos y en nuestro propio organismo, nos protegen frente a estos radicales libres, ya que ayudan a retrasar el proceso de envejecimiento combatiendo la degeneración y muerte de las células que provocan los radicales libres.

¿Dónde están los antioxidantes y cómo se toman?

Nuestro sistema interno tiene un mecanismo propio de producción de sustancias antioxidantes para compensar las acciones de los radicales libres. Sin embargo, la incapacidad de nuestro cuerpo para neutralizar los radicales libres nos obliga a recurrir a suplementos con estas capacidades. Déjate aconsejar por tu médico o por un profesional de confianza en el momento de elegir suplementos con antioxidantes.

{{cta(‘3d7e25d0-449c-46b3-81fd-8ad85e5bd42c’,’justifycenter’)}}

El caso es que el daño celular se acumula peligrosamente porque aceleramos estos procesos al tomar más radicales libres de los que encontramos ya en nuestro organismo: el tabaco, los contaminantes ambientales, radiaciones solares, ejercicio físico excesivo o una alimentación pobre, sólo hacen que precipitar estos procesos que los antioxidantes corrigen.

¿Somos lo que comemos? Sí. De ello depende incluso nuestro envejecimiento celular y hasta el conocido estrés oxidativo producido por la exposición a cantidades de radicales libres mayores de las que nuestras enzimas antioxidantes son capaces de neutralizar. Te anotamos algunos alimentos ricos en antioxidantes: moras, fresas, fresones, arándanos, uvas, cítricos, aguacates, brécol, coles, zanahorias, cebollas, tomates, espinacas… Alimentándonos bien por dentro, ¡también vemos los frutos por fuera!

Anterior ¿Estudias? Alimenta bien tu memoria