Despilfarro de Alimentos: Consejos para no desperdiciar la comida
A nivel mundial se desechan unos 1.600 millones de toneladas de comida. De esa cantidad, la parte comestible equivale a 1.300 millones de toneladas. El impacto de estos desechos en…
¡Seguro que has escuchado hablar en los últimos tiempos de la chlorella y la spirulina! Ambas microalgas son catalogadas como superalimentos debido a su importante aporte en nutrientes sin necesidad de ingerir grandes cantidades. Por tanto, se trata de un suplemento ideal que ofrece beneficios a quienes las han incorporado a su día a día.
Son ricas en proteínas, minerales (potasio, zinc, hierro y calcio) y aminoácidos.
Son fuente de vitaminas C, D y E.
Son ricas en vitaminas del grupo B (1, 2, 3, 6, 9 y 12). La vitamina B12 es muy difícil conseguirla dentro del reino vegetal, por lo que las personas vegetarianas y veganas las toman dentro de sus hábitos alimenticios diarios saludables al no consumir carne en su dieta.
Contienen un alto nivel de clorofila (su color verde) que ayuda a desintoxicar nuestro interior incluso de los metales pesados (relacionados en un gran número de ocasiones con el Alzheimer y Parkinson según los últimos estudios y el exceso de metales pesados en las personas que lo padecen).
Evitan que el organismo absorba tanta grasa “mala” de los alimentos ya que su estructura resulta muy similar a la de la sangre. En este sentido, es ideal para los casos de anemia debido a que fomenta el incremento de glóbulos rojos.
Hay que tener cuidado con la amalgamas metálicas al tratarse de un foco continuo de metales pesados. Como consejo saludable, deberían tomar chlorella y spirulina aquellas personas que los tengan.
Aumentan el rendimiento físico de los deportistas consiguiendo una mejoría del tono muscular y una mejor recuperación tras el ejercicio.
La diferencia entre una y otra es que la chlorella posee un mayor poder antioxidante además de un contenido en clorofila superior. Asimismo cuenta con mayor nivel de triptófano, ácido pantoténico y vitamina K.
La chlorella también contiene factor de crecimiento (CGF), una sustancia que incluye ADN y ARN para reparar los tejidos del organismo y favorecer el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Por su parte, la spirulina se ha utilizado tradicionalmente como un saciante previo a las comidas con el objetivo de bajar de peso.
Ambas algas pueden encontrarse con facilidad en cápsulas, pero también es muy habitual que tanto la chlorella como la spirulina aparezcan en batidos mezcladas con cacao, quinua, maca y lúcuma con el fin de potenciar la energía en las personas.
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