7 trucos para afrontar la primavera con positividad
Sigue estos trucos que te ayudarán a afrontar la primavera con positividad y a combatir los síntomas de la alergia de manera natural. ¡Te sentirás en plenitud! Cualquier cambio de…
Apatía es justamente el antónimo de entusiasmo, una emoción de la que ya conoces sus principales beneficios y los motivos por los que no debe faltar en nuestras vidas. Como dijo Arístóteles: las personas somos seres sociales que nos organizamos en familias, comunidades, clanes, grupos, pueblos, países o tribus porque sentimos la necesidad de unirnos a otros para poder realizarnos. Sin embargo, la apatía rompe por completo con la afirmación del filósofo griego al reflejar un absoluto desinterés por todo y por todos. Nos falta chispa, motivación, carisma y el entusiasmo cuando nos encontramos apáticos.
Enfrentados y enfadados con el mundo que nos rodea y sin mostrar ningún interés por todo aquello que sucede a nuestro alrededor. Así nos mostramos cuando sentimos apatía, una definición que se completa con los nulos anhelos por participar en algo y con tener el aburrimiento como el principal estandarte de nuestras vidas.
El conjunto de maneras de trasladarnos la desmotivación actúa como un indicador de que tenemos que encontrar una solución. Hacer nuevas cosas y buscar diferentes alternativas para apartarnos de lo que llevamos realizando mucho tiempo pero que ya nos dejó de interesar.
Cuando eres un niño todo te gusta y te emociona, incluso te pones nervioso ante las nuevas situaciones que aparecen en tu vida. Sin embargo, las malas experiencias provocan que perdamos las ilusiones con el paso de los años ya que la mente siempre recuerda cada uno de los detalles y momentos de la vida que no nos han salido como inicialmente esperábamos sin tener en cuenta los éxitos que sí lograste. Este modo de funcionar se debe a un espíritu de sobreprotección para evitarnos sufrimientos en el futuro.
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La hora de crear e innovar ha llegado a tu vida si estás en ese momento en el que nadie te atrae lo suficiente. Revierte esta compleja situación dando un giro a tus rutinas y realizando cambios que te estimulen al mismo tiempo. ¿Siempre de despiertas a la misma desayuno? ¿Repites el mismo desayuno cada día? ¿Realizas el mismo trayecto un día tras otro para llegar al trabajo? La propia apatía está pidiendo a gritos que te des un poco de espacio y enriquezcas tu vida mediante el aprendizaje de idiomas o de instrumentos musicales, comiences a practicar actividades deportivas y te decidas por otras que tenías en mente desde hace tiempo como los bailes de salón.
Ya sé, ya sé. Nos anticipamos a la clásica respuesta de que no tienes tiempo con estas sencillas preguntas: ¿Has contabilizado el número de horas que pasas frente al televisor a la semana? ¿Y al año? ¿Por qué no reduces esta cantidad de horas e intentas cambiarlas por algo que realmente te estimule y te haga sentir mejor?
Como sucede en otros entornos diferentes, las amenazas hay que considerarlas como oportunidades que nos permiten mejorar. Cuando sufras apatía debes crear algo nuevo y construir nuevos puentes neurales que te permitan crecer en espíritu, un reboot que refleje que has vuelto a nacer.
Sin duda que merece la pena este riesgo, sobre todo gracias a las inmensas posibilidades que ofrece el mundo digital en la actualidad sin la obligatoriedad de salir de casa. No tienes excusas y busca lo que siempre te ha atraído. ¡Empieza ya!
La apatía y el aburrimiento son los primeros síntomas de un principio de depresión. Y la depresión es apagarte, desconectar de la vida y encontrarte en modo OFF. Cuando la padeces te aíslas, sufres, te encierras en un círculo del que te cuesta salir y, lo más preocupante, es que también ves el sufrimiento de los que te quieren. Por todo ello merece la pena que estés ON, que combines grandes aciertos con otras tantas equivocaciones y que pruebes una vez tras otra. Eso es vivir, sentir y volver a renovarte.