Algas: propiedades y variedades
Las algas se han convertido en unos de los alimentos más populares de occidente, a pesar de que son el alimento básico de la gastronomía china (el mayor productor). Alga…
Llega el verano y, con él, llegan las ganas de tomar el sol. Y más este verano, teniendo en cuenta que salimos de un encierro bastante largo. El sol nos aporta vitamina D, ésta ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales componentes de los huesos. Y también juega un papel fundamental en nuestro sistema nervioso, muscular e inmunitario.
Tomar el sol es bueno, pero siempre hay que hacerlo con precauciones y teniendo en cuenta la exposición solar. ¿Por qué? Porque la exposición prolongada a la radiación solar puede provocar lesiones en la piel tan graves como los melanomas. El melanoma es el cáncer de piel más agresivo, afecta cada año a cerca de 4.000 personas en España. Y no solo existe ese riesgo, hay otras afecciones que no son tan graves, pero tienen unas consecuencias en nuestra piel como el envejecimiento prematuro o las arrugas.
Y, aunque cada vez somos más conscientes de los peligros de la radiación solar y de la importancia de protegernos, es cierto que todavía nos falta mucha información sobre algunos productos que pueden ser saludables para nuestra piel, como las consecuencias que tienen algunos filtros que se utilizan en las cremas solares. Por eso hoy, vamos a hablar de los fotoprotectores solares naturales.
Como hemos escuchado más de una vez, la radiación solar se compone de radiación visible e invisible. La fracción invisible de la luz, representada por los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) es la causante de la mayoría de los problemas de piel. “La fuente natural más importante de rayos ultravioleta (UV) es el sol. Aunque sus extremadamente agresivos rayos UVC son casi completamente absorbidos por la capa de ozono, los rayos UVA y UVB, invisibles para el ojo humano, llegan a la tierra – y, por consiguiente, también llegan a todo lo que vive en ella. La radiación UV puede tener varios efectos en la piel de los seres humanos dependiendo de su intensidad y la longitud de sus ondas”, explican desde la Fundación Piel Sana.
Para entender bien la importancia de un fotoprotector natural, tenemos que entender qué son los filtros. Hay tres tipos de filtros solares: físicos, químicos y biológicos.
Los primeros, los físicos, reflejan la radiación solar. Son de amplio espectro, es decir, retienen las radiaciones solares de la zona del ultravioleta y también las del visible y las del infrarrojo y también se les conoce como “pantalla”. No blanquean la piel y lo más importante no tienen nanopartículas (partículas menores a 10 nm, que son las que penetran en la piel).
Los químicos son moléculas orgánicas que actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta. Sí pueden penetrar en la piel y necesitan 30 minutos para ejercer su acción, por lo que hay que utilizarlos con antelación. Son los filtros más utilizados en las cremas solares convencionales.
Los biológicos son antioxidantes que evitan la formación de radicales libres y, por lo tanto, potencian el subsistema inmunológico cutáneo. “Se emplean cada vez con mayor profusión, y las vitaminas A (betacarotenos), C y E son las más utilizadas (en forma de acetato o palmitato)”, según explican en Elsevier desde la Unidad Tecnológica Farmacéutica de la Universidad de Farmacia de Barcelona.
A pesar de que cada vez más empresas se están enfocando en desarrollar fotoprotectores naturales, es cierto que pocos productos españoles han conseguido la certificación ecológica. Una de las razones es porque no es fácil el desarrollo de la formulación de estos productos. Un fotoprotector natural debe tener las siguientes características:
La organización no gubernamental, Oxfam Intermón, ha publicado algunas recetas para hacer cremas solares caseras, bajo el lema: “Do it yourself” (“Hazlo tú mismo). A continuación, os dejamos dos recetas: crema solar con manteca vegetal y una crema solar con aloe vera.
Ingredientes de la crema solar con manteca vegetal:
Elaboración:Derretir al baño maría y a fuego lento el aceite, la manteca y la cera. Cuando se mezcle todo bien, dejar que se temple. Después, añadir el resto de los ingredientes mezclando bien (usar una mascarilla para no inhalar los vapores que puedan producirse). Asegurarse de que el óxido de zinc se disuelve bien. Por último, introducir la crema en un bote limpio.
Ingredientes de la crema solar con aloe vera:
Elaboración: En primer lugar, calentar al baño maría la cera de abeja y el aceite vegetal que hayas elegido. Ya fuera del fuego, se añaden el aceite de germen de trigo, el óxido de zinc y, si has decidido añadir este ingrediente, las gotas de esencia de aceite. En este paso, es conveniente diluir bien el óxido de zinc. En otro recipiente, calentar el gel de aloe vera junto al agua destilada. No mucho, basta con que la mezcla esté templada. Después, mézclalo todo bien y deja que se enfríe. Comprobarás que se endurece. Ya solo queda meter la crema en un tarro o dispensador.