Ponemos freno al envejecimiento, ¿te animas?
Debemos pensar que al nacer ya empezamos la fase de envejecimiento natural y que esto es progresivo, ¡es ley de vida! Siempre se ha oído decir que según como fuesen…
El 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de crear conciencia y sensibilizar a nivel mundial del impacto del cambio climático en nuestras vidas y la urgencia de hacer algo al respecto.
“Pese a la reducción de las emisiones de CO2 debido a la crisis sanitaria mundial, su concentración en la atmósfera sigue acumulándose”, añaden desde la organización Greenpeace. El pasado mes de mayo recopiló los datos mensuales de concentración de CO2 en la última década y, según la organización, se volvió a alcanzar un máximo histórico acumulado de 417 partes por millón (ppm), “una cantidad de CO2 que no se registraba desde hace tres millones de años”, según afirman.
“Nos encontramos ante una oportunidad única para darle la vuelta al sistema: la ley de cambio climático tanto a nivel nacional como europeo debe asumir objetivos de reducción de las emisiones mucho más ambiciosos y poner fecha para el abandono de los combustibles fósiles”, ha señalado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.
Y añade: “España ha sido el país de Europa donde más aumentaron las emisiones de CO2 entre 1990 y 2017, es por eso que ahora los esfuerzos para reducirlas deben ser mucho mayores. No nos queda tanto presupuesto de carbono en la atmósfera para emitir al ritmo que establece el anteproyecto de ley si queremos mantenernos en el límite del aumento de 1,5 ºC de la temperatura”.
El Informe del GTM sobre Atmósfera y Covid-19, solicitado por parte del Gobierno al GTM, ha analizado dos temas principales relacionadas con el clima y la contaminación atmosférica y su relación con la enfermedad COVID-19. Y, con respecto a la segunda cuestión, ha llegado a la principal conclusión de que no hay una evidencia clara sobre la influencia de la contaminación en la transmisión de la COVID-19.
“Durante el periodo de confinamiento se ha observado una disminución en algunos de los contaminantes principales (especialmente NO2), relacionado directamente con las emisiones de los vehículos a motor. El descenso también es notorio, pero no tan importante, para el caso de las partículas”, reza el informe.
Además, explica que la mejora de la calidad de aire durante el confinamiento puede tener beneficios asociados de reducción de la mortalidad y morbilidad por causas asociadas a la contaminación.
Y alertan de que la disminución de la actividad socioeconómica debido a las medidas de contención de la pandemia se ha traducido en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, metano), pero “de no haber cambios importantes a corto plazo, una vez que se está retomando la actividad, no se espera ninguna mejora en la perspectiva del cumplimiento del acuerdo de París sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de origen antrópico”.
Los expertos no dejan de advertir que, de continuamos así, para el año 2050, la contaminación del aire se convertirá en la principal causa ambiental de mortalidad prematura en el mundo. En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos calcula que hacia 2050 el número de muertes prematuras derivadas de la exposición a partículas suspendidas aumentará más del doble y alcanzará 3,6 millones cada año en el planeta. Las muertes por polución están habitualmente vinculadas a enfermedades cardíacas, apoplejías o enfermedad pulmonar obstructiva y crónica. También se relaciona con el cáncer de pulmón y con infecciones respiratorias agudas.
“Se espera que hacia 2050 la población mundial pase de 7.000 millones de personas a más de 9.000 millones y se proyecta que la economía mundial crezca casi cuatro veces, con una creciente demanda de energía y de recursos naturales. Asimismo, se prevé que las tasas de crecimiento promedio del PIB disminuirán en China e India, en tanto que África podría experimentar las mayores tasas de crecimiento del mundo entre 2030 y 2050”, aseguran.
Coccosphere Environmental Analysis, firma española de base tecnología independiente formada por profesionales y expertos en los diferentes ámbitos del medio ambiente, nos da algunos consejos para reducir las emisiones de CO2.
Reducir, reutilizar y reciclar, son las claves para llevar a cabo una reducción eficiente de CO2. “Reducir el consumo hasta lo imprescindible; reutilizar para aprovechar al máximo la vida útil de los productos; y reciclar para aprovechar los materiales de los productos eliminados son también importantes contra el cambio climático”, aseguran.
“El transporte y su consumo de energía es otro de los grandes emisores de CO2. Utilizar transporte público, ir en bicicleta o a pie, siempre que sea posible, ayuda a disminuir dichas emisiones”, añaden.
“El derroche de energía, proveniente en su mayor parte de combustibles fósiles, provoca el descontrol de las emisiones de CO2. Para impedirlo, los sistemas de eficiencia energética consiguen producir lo mismo con un menor consumo. Por su parte, las energías renovables evitan también la emisión de CO2 y el gasto de combustibles fósiles”, explican.
El Protocolo de Kioto estableció diversos sistemas para reducir las emisiones de forma indirecta, como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). Son acuerdos, en los cuales, los países desarrollados pueden financiar proyectos de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dentro de países en desarrollo, y recibir a cambio Certificados de Reducción de Emisiones.
Los bosques y océanos retienen el CO2, de manera que su cuidado ayuda a que parte de esas emisiones no lleguen a la atmósfera.