¿Síndrome postqué?
Seguro que más de un año has sufrido el síndrome postvacacional al regresar de las vacaciones. ¡Te enseñamos a combatir con naturalidad la vuelta a la rutina! Independientemente de cuán…
En muchas ocasiones, lograr los objetivos que nos proponemos, es algo difícil de conseguir porque requiere un esfuerzo adicional por nuestra parte.
Sin embargo, todos conocemos personas que logran todo aquello que se proponen y parece que no hay nada que los pueda detener. Podríamos pensar que esas personas están dotadas de alguna cualidad especial que los lleva a obtener de la vida todo lo que ellos quieren, mientras que los demás no somos capaces de hacer lo mismo.
Los fundadores de la Programación Neurolingüística (PNL) estudiaron los patrones mentales que usamos cuando alcanzamos un objetivo, y las diferencias que hay cuando no lo logramos. Descubrieron que el diálogo interno que sostenemos con nosotros mismos es distinto, así como las imágenes mentales y las sensaciones sobre nuestro proceso hacia la meta.
Así descubrieron que cuando un objetivo nos gusta y nos motiva, nuestros patrones mentales trabajan en conjunto y se dirigen hacia él sin importar los obstáculos. En estas ocasiones, cumplimos nuestros objetivos casi sin darnos cuenta, sin sentirlo como una carga ni como un gran esfuerzo, sino todo lo contrario, lo disfrutamos y lo sentimos como algo placentero.
El diálogo que sostenemos, las palabras que elegimos, los comentarios que hacemos, producen sentimientos. Cuando estas palabras, junto a las emociones que suscitan, son opuestas al logro de nuestros objetivos, tienen graves consecuencias sobre nuestros patrones mentales.
Esta es la forma más sencilla de boicotearnos sin darnos cuenta de lo que hacemos. La mente necesita un rumbo e instrucciones claras para moverse en una u otra dirección. Hace lo que le pedimos cuando se lo indicamos, pero si no se lo pedimos, no va a hacer nada.
Necesitamos aprender a usar el lenguaje a favor de nosotros mismos y así minimizar las posibilidades de autoboicot. Para lo cual, vamos a necesitar aprender nuevas fórmulas lingüísticas para expresarnos ante nosotros y ante los demás.
El lenguaje que usamos para ello es muy importante, ya que es la herramienta que tenemos para mandar el mensaje correcto a nuestra mente.
Así, podemos darnos cuenta de cómo hemos perdido oportunidades de tener éxito por un mal planteamiento del objetivo, manifestado con un lenguaje negativo, ambiguo o incongruente.
A continuación, vamos a ver una lista de expresiones que todos usamos, y que deberíamos evitar en el planteamiento de nuestros objetivos, si queremos tener posibilidades reales de alcanzarlos.
Errores más comunes que cometemos al enunciar un objetivo
La regla básica para enunciar un objetivo de la forma adecuada, sería hacerlo en tiempo presente simple, en positivo y afirmativo.
Por otra parte, enunciarlo en positivo elimina el boicot. En lugar de decir “no quiero enfermarme”, mejor “quiero estar sana”. Esta última expresión no solo elimina el “no”, si no que sustituye la imagen de la enfermedad por la de la salud.
Para concluir, destacar que nuestros recursos mentales, puestos en práctica consciente y adecuadamente, pueden cambiar nuestros estados emocionales y crear contextos más saludables que nos lleven a un mejor estado de salud y a una mejor calidad de vida.
Mediante el uso asertivo del lenguaje, la manera en que codificamos nuestros pensamientos, y otros recursos mentales que ya son nuestros, modificaremos aquello que nos molesta, nos preocupa o, de alguna manera, nos bloquea.
Toda persona tiene en sus manos la solución a sus problemas. Sólo es cuestión de aprender cómo hacerlo, a la vez que querer hacerlo, y nos será posible avanzar en la dirección elegida.
Y aunque a veces estos cambios puedan parecer fortuitos e incluso milagrosos, están basados en la repetición, que es como se construyen nuevas programaciones que logran eliminar aquellas que nos generan conflicto.
Así que vamos a entrenar nuestra mente para dejar de usar estas expresiones que sólo confunden y boicotean nuestros intentos de lograr las metas que tanto anhelamos, y por las que tan seriamente trabajamos.
¡Manos a la obra y a practicar!