COVID-19 ¿Qué precauciones hay que tomar con la comida?
En este post queremos hablarte de la importancia de la limpieza de los alimentos que vamos a ingerir, especialmente mientras dure la pandemia.
Como cada 14 de febrero, los enamorados celebrarán por todo lo alto que han encontrado a su media naranja. Las relaciones interpersonales a veces son complicadas, pero también son un pilar fundamental en el camino. ¿Sabíais que el amor es uno de los sentimientos más antiguos del mundo? Sin duda, es una de las reacciones químicas del cuerpo más complejas, un entramado de respuestas físicas y psicológicas que aún hoy tienen muchas cuestiones sin resolver. Aunque hay otras que ya se han comprobado científicamente: una persona tarda 0,5 segundos en enamorarse, según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, se activan nada más y nada menos que 12 áreas del cerebro cuando nos enamoramos.
De hecho, si vamos más allá, una de las profesoras que participó en esa investigación aseguró que enamorarse provoca la misma respuesta de euforia que puede provocar el consumo de drogas. Ahora entendemos mejor frases como “el amor es una droga”… Entre las zonas cerebrales que se activan se incluyen algunas que están vinculadas con funciones cognitivas sofisticadas, según este estudio que se publicó en Journal of Sexual Medicine.
Algunos como dopamina, oxitocina y adrenalina. La dopamina es un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es especialmente importante para la función motora del organismo. La oxitocina es una hormona producida por los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo que es liberada a la circulación a través de la neurohipófisis. Y la adrenalina es una hormona y un neurotransmisor que incrementa la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos, dilata las vías aéreas, y participa en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático.
Entonces, ¿quién es el protagonista en el amor, el cerebro o el corazón? Los científicos creen que la activación de ciertas zonas cerebrales puede generar un estímulo en el corazón y el sentimiento de mariposas en el estómago. Los científicos también encontraron que las distintas formas de amor, como el amor filial o el amor materno, activan distintas áreas cerebrales que las activadas con el amor apasionado.
Nuestro sistema límbico es la parte del cerebro que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral y que regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales. Por lo que el amor y el deseo sexual se originan en la misma parte del cerebro, según un estudio conjunto de las universidades de Concordia (Canadá), Sycaruse y Virginia Occidental (Estados Unidos) y el Hospital Universitario de Ginebra en Suiza, la ínsula y el núcleo estriado son las responsables tanto del deseo sexual como del amor.
Los investigadores matizaron en sus conclusiones que, a pesar de encontrarse en la misma zona del cerebro, el amor y el deseo sexual activan áreas distintas. De hecho, el área que se estimula con el amor es mucho más compleja, como hemos hablado antes. En este trabajo se revisaron 20 estudios que analizaban la actividad cerebral del amor y el deseo sexual y llegaron a la conclusión de que las estructuras de la corteza insular y el núcleo estriado son las responsables del deseo sexual y del amor, respectivamente. Los científicos observaron que, tanto el amor como el deseo sexual, activan diferentes áreas del núcleo estriado. El área que se activa con el deseo sexual se activa también con otras cosas que producen placer, como la comida.
La rutina, el cansancio del día a día o el estrés laboral hacen que muchas veces nuestro deseo sexual pase a un segundo plano. Como hemos visto, tanto el amor con el deseo sexual son reacciones químicas de nuestro cerebro y en ocasiones viene bien una ayuda natural para mejorarlo. Existen complementos alimenticios como LovEnergy que, por su composición, ofrece las siguientes propiedades:
Afrodisico: porque contiene tribulus (Tribulus terrestris), canela (Cinamomum zeylanicum), daminana (Turnera difusa) y maca.
Es un estimulante y tonificante porque, además del tribulus y la damiana, contiene Rodiola y Sensoril® (Ashawandha), un extracto potente con estudios clínicos que respaldan su efecto.
También es un adaptógeno que ayuda a normalizar las funciones del cuerpo y fortalece los sistemas comprometidos por el estrés, gracias a su contenido en Sensoril® (Ashawandha), Rodiola y Ginseng.
Aumento de la resistencia física y mental gracias a: L-Arginina, Canela, Damiana, Maca y vitamina B6.
Ayuda en la fertilidad y reproducción, por su contenido en Tribulus, Ginkgo, Maca y Zinc.
Y, por último, aunque no por ello menos importante, regula la actividad hormonal y ayuda en la disfunción sexual tanto en hombres como en mujeres, gracias a Sensoril® para equilibrar los sistemas hormonales del cuerpo; al jengibre, que aumenta la producción de testosterona; a la vitamina B6, que ayuda a regular la actividad hormonal; y al zinc, que contribuye al mantenimiento de niveles normales de testosterona.