Estás haciendo mal tus propósitos de año nuevo… ¡y lo sabes!
Los propósitos de Año Nuevo sueles abandonarlos al poco tiempo de iniciarlos. Apuesta por un nuevo listado de propósitos en 2018 basado en marcadores de salud. Hace escasos días entramos…
Podemos decir que Mindfulness es la capacidad de mantener la mente en calma, de vaciarla de ruidos, de mantenerla enfocada solo en aquello que nosotros elegimos enfocar.
Es una facultad que todos poseemos y que, como otras, podemos desarrollar, pero si la descuidamos se mantendrá latente hasta que decidamos dedicar la suficiente atención y cultivarla.
La mayoría de las personas no desarrollan Mindfulness por diferentes razones, algunas de las cuales están relacionadas con problemas psicológicos no resueltos. Aunque la razón más frecuente es que no saben cómo asentar su mente y liberarse del hábito de estar distraído.
El Mindfulness es dinámico, en el sentido de que revelará procesos internos, de manera sana y progresiva. Procesos algunos que tal vez preferiríamos mantener bajo la alfombra y no ver. Porque a veces esto puede resultar molesto, especialmente si lo que encontramos contradice la imagen que tenemos de nosotros mismos. Por esa razón, en Mindfulness se pone un gran énfasis en la necesidad de aceptarnos y estar de acuerdo con nuestra forma de ser. Si no hacemos esto, hay una alta probabilidad de que seamos reactivos y nos sintamos molestos con nuestros autodescubrimientos interiores, lo que nos llevaría incluso a abandonar nuestra práctica. Lo que, dicho sea de paso, es mucho más habitual de lo que podría parecer.
Por lo tanto, podemos decir que el aprendizaje de Mindfulness progresa en dos niveles que discurren en paralelo, siendo los dos igual de importantes:
Mindfulness es estar en el momento presente, sabiendo que estamos en el momento presente, y sabiendo lo que está sucediendo en ese momento, tanto a nuestro alrededor como dentro de nuestra propia mente. Esto nos pide ir desde dentro hacia afuera, y de fuera a dentro, una y otra vez. Observando lo exterior y el interior consecutiva y continuamente. Siendo una facultad que permanece latente si se descuida pero que, si se desarrolla, conduce a un desarrollo sin límites de nuestro potencial humano.
Mindfulness significa prestar atención de una manera particular, a propósito, en el momento presente, y sin prejuicios, sin preferencias de ningún tipo, sin juicios sobre lo que está bien o lo que está mal. Este tipo de atención plena a todo lo que es, fomenta una mayor conciencia, claridad y aceptación de la realidad del momento presente.
A la vez que nos despierta al hecho de que nuestra vida se desarrolla tan solo en momentos. Si no estamos plenamente presentes, en muchos de estos momentos, no solo podemos pasar por alto lo que es más valioso en nuestras vidas, sino que también, podríamos no darnos cuenta de la capacidad, la profundidad y las posibilidades de crecimiento y transformación que nos trae la experiencia por la que estamos transitando.
Así, Mindfulness es una capacidad que puede ser cultivada, sostenida e integrada en nuestra vida cotidiana a través de la autoinvestigación profunda y la práctica continuada de la meditación.
Siendo su objetivo primordial el alivio del sufrimiento resultante de mantener una conciencia de separación, y la búsqueda y descubrimiento de nuestra naturaleza esencial. Ello nos permitirá amar cada detalle de nuestra vida, vivir la vida como si cada momento contara, como si cada momento fuera importante, incluso si se trata de un momento difícil, un momento de tristeza, dolor o miedo.
La práctica de la atención plena o Mindfulness aporta una gran cantidad de beneficios para nuestro estado de salud, aquí vamos a enumerar únicamente alguno de ellos, porque la gran mayoría pueden llegar a ser tan sorprendentes que parecen un cuento chino, con lo que preferimos que te animes a practicar esta disciplina y descubras por ti mismo qué regalos tiene para tu salud.
Someramente podemos enumerar los siguientes beneficios:
En general, podemos decir que el organismo, con la práctica del Mindfulness, tiende a una sana normalidad de forma natural, al reconectarse con su verdadera esencia y salir de los patrones de una mente condicionada, neurótica y evitativa, obsesionada con la enfermedad, el miedo y los procesos cercanos a la muerte.
Para terminar, sólo recomendarte que te animes a meditar diez minutos dos veces al día, antes de salir de la cama, y antes de volver a ella, y no tendrás que creerte nada de lo que aquí te hemos contado. Porque podrás experimentar el regalo de una mente en calma y enfocada de forma adecuada, en tu propio cuerpo. Sólo 21 días, te animo al reto, y tu vida y tu salud cambiarán significativamente. Eso sí, siempre que mantengas la práctica diariamente.