Consejos para prevenir las enfermedades del invierno
Estas soluciones naturales son de gran ayuda para prevenir las enfermedades del invierno. Con esta serie de fáciles consejos dirás adiós a los resfriados. ¿Has contabilizado los minutos que los…
Una simple cuestión de fisionomía es la causante de que las mujeres padezcan cistitis con mayor asiduidad que los hombres. Concretamente casi el 50% de ellas sufren la infección de las vías urinarias a lo largo de sus vidas, una cifra que en verano crece de manera exponencial al compararse con el resto de estaciones. El conducto de la uretra es más corto que en el caso de los hombres (de 25 a 50 mm frente a los 15 cm en los varones), algo que favorece la llegada de bacterias como la Escherichia coli a la vejiga.
¿Por qué sufro cistitis en verano con frecuencia? Esta pregunta del millón encuentra su explicación al analizarse nuestros hábitos durante la temporada estival, algunos de ellos muy diferentes a otras épocas del año. La vagina cuenta con sustancias que evitan las infecciones, autorregulándose por sí misma para mantenerse limpia y sana. Sin embargo en algún momento bajamos el nivel de alerta dejando de tomar las precauciones necesarias para prevenir la cistitis.
Permanecer largos periodos de tiempo con el bañador húmedo una vez finalizado el baño en el mar o la piscina es el principal motivo por el que sufres cistitis en verano. Cámbiate de ropa cuando salgas del agua, a ser posible utiliza prendas transpirables, porque de lo contrario estarás fomentando los episodios de cistitis por repetición. De un modo similar sucede con las prendas ajustadas, tendrás que mantenerlas en el armario durante este periodo.
Y sin todavía haber salido del agua, recuerda que el simple hecho de entrar en contacto con las aguas estancadas estará fomentando el desarrollo de episodios de cistitis en verano ya que contienen microorganismos. El empleo de jabones agresivos y desodorantes, el abuso de los espermicidas y las copas menstruales que no sean de alta calidad para evitar la irritación o inflamación de los órganos genitales también influyen en la aparición de esta infección de la vejiga urinaria.
Su sintomatología contiene algunos elementos comunes durante todo el año como la falta de higiene en esa zona concreta del cuerpo o los casos de incontinencia anal o fecal que entre en la uretra. Además, el verano trae consigo por norma general un incremento notable en el número de relaciones sexuales, por lo que estas pueden provocar el crecimiento del número de casos de cistitis por el contacto en las zonas genitales y el traspaso entre el ano y la vagina.
La alteración del Ph vaginal es otra de las causas que pueden desembocar en cistitis en verano, debido a que produciría una bajada en los niveles de los escudos protectores de las bacterias. Por último, presta atención a los problemas que imposibilitan el vaciado completo de la vejiga o la propia retención urinaria que sean físicos como sucede con la inadecuada colocación del diafragma.