¿Por qué dejamos de divertirnos? No es solo para niños
Descubre los motivos por los que dejamos de divertirnos cuando nos convertimos en personas adultas, sobre todo a partir de los 40 años. ¡No es solo para niños! Es posible…
Durante los últimos meses, desde que comenzó la pandemia, todos nuestros sistemas y estructuras se están viendo sometidos a una gran tensión. Y con el confinamiento, tanto la familia como la pareja están soportando un nivel de sobrecarga que a veces las lleva al límite de su resistencia.
Esta vez vamos a abordar la pareja desde el punto de vista sistémico, para poner luz con sus aportaciones en un tema tan crucial y delicado a la vez. No pretendemos dar consejos ni soluciones a posibles problemas, ya que eso sólo puede hacerlo un profesional cualificado, conociendo cada caso en concreto. Sólo pretendemos abrir el enfoque para ampliar la compresión sobre la unidad sistémica básica de nuestra sociedad, estructura que, entre otras cosas, es la causa de que todos estemos ahora aquí en el mundo.
En primer lugar, veremos qué entendemos por sistema, para a continuación conocer un poco sobre la pareja vista desde esta perspectiva, y concluir con algunos apuntes sobre el enfoque sistémico como terapia.
La Teoría General de Sistemas fue propuesta por Ludwig von Bertalanffy en 1928.
Podemos decir que un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí, que funcionan como un todo. Una entidad con límites, con partes interrelacionadas e interdependientes, cuya suma es mayor a la suma de sus partes. Si bien cada uno de los elementos de un sistema puede funcionar de manera independiente, siempre formará parte de una estructura mayor. Del mismo modo, un sistema puede ser un componente dentro de un sistema mayor. Así, todo lo que existe es un sistema o un componente de un sistema más complejo.
Para que un conjunto de elementos pueda ser considerado un sistema, debe cumplir con estas características o leyes:
Así, podemos observar que un cambio en uno de los elementos del sistema afecta al conjunto del sistema. A su vez, para poder estudiar un sistema debemos conocer los elementos que lo componen y las relaciones que existen entre ellos.
La Psicología Sistémica o Terapia Sistémica, es una corriente de la psicología basada en la Teoría General de Sistemas, y que toman como propias dicha perspectiva. Para considerar como una unidad de análisis las dinámicas de relación de los individuos, y los grupos o sistemas a los que éstos pertenecen.
Por otra parte, la psicología o terapia sistémica, está basada en aportes de otras visiones científicas como la informática, la cibernética o inteligencia artificial, la teoría de la comunicación, la física cuántica, el constructivismo de Vigonsky, o la filosofía del lenguaje de Chomsky.
De forma particular, la terapia sistémica pone su objetivo en el análisis de la comunicación humana, y los efectos que la comunicación ejerce sobre la conducta. Ya que desde esta perspectiva se considera al individuo como un sistema abierto en constante comunicación con su entorno, un ser eminentemente social, al que le resulta imposible no comunicarse. Desde este enfoque, toda conducta es comunicación, y toda comunicación afecta a la conducta.
Podemos definir la pareja como una relación significativa, consensuada, con estabilidad en el tiempo. Aunque a su vez, la pareja presenta contrastes, variaciones e inestabilidades que buscan la estabilidad. La pareja supone una estructura diferente a la de la familia con hijos, pues tiene dinámicas propias y particulares, que no pueden ser generalizadas a la familia en su conjunto.
La pareja humana descansa en interacciones no siempre visibles.
El matrimonio, por otro lado, es un modelo de pareja que incluye aspectos económicos, políticos y sociales, constituyendo un modelo de relación con fuertes límites para los que lo integran. La pareja, en sí, es un sistema con estructura, organización, reglas y roles diferentes a las de la familia, que a su vez se relaciona con sistemas más amplios, como la familia nuclear o la familia extensa.
El factor más importante en la pareja es el equilibrio. Los dos miembros llevan a la pareja toda la historia de su propio sistema, y se miran desde ahí. Desde el punto de vista del “buen orden” en la pareja, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Respecto a la sexualidad podemos decir lo siguiente, siempre desde el punto de vista sistémico:
Aunque existen gran diversidad de escuelas de terapia de parejas, todas inciden en la importancia de la comunicación, y en la necesidad de desarrollar estrategias de resolución de conflictos. Así, objetivos generales de la intervención sistémica serían:
Se trata de una intervención en un grupo naturalmente formado, con una situación establecida y estructurada. La terapia va a permitir introducir elementos como registros, diarios, prescripciones, rituales, para continuar entre sesiones con el trabajo terapéutico, dándoles a los participantes una mayor responsabilidad sobre su propio proceso de cambio.
Por otra parte, existen algunos supuestos básicos a tener en cuenta a la hora de guiar una terapia de pareja:
Esperamos, con esta mirada, facilitar la compresión de las relaciones de los miembros de la pareja como elementos de un sistema en sí mismo, así como parte integrante de un sistema más amplio, la familia. Ya que el aumento de la comprensión lleva a la elevación de la conciencia por encima del nivel de conciencia anterior. Y con ello, a la resolución de los posibles conflictos que puedan surgir en la convivencia. Quizás, un poco más exigente y un poco más estresante, de lo que es habitual, debido a las restricciones a las que nos vemos obligados, por el bien de nuestra salud.