El sistema de chakras y las emociones
Tras el Cogito ergo sum (pienso luego existo) de René Descartes que dió paso al racionalismo, vino el Existo luego Pienso con el que Jean-Paul Sartre intentó darle la vuelta…
El buen tiempo y las agradables temperaturas primaverales ya están aquí y en unas semanas, aunque parezca que todavía resta un mundo, el verano llegará para acompañarnos una vez más durante nuestras vacaciones estivales. Es en estas fechas cuando los rayos de sol aparecen cada vez con más fuerza y la piel es el primer órgano que los detecta.
Debemos cuidar y proteger la piel de los rayos UVA y UVB, algo asumido por la inmensa mayoría de la población ante el incremento de casos de cáncer de piel en los últimos años. La piel es el órgano de mayor tamaño de nuestro cuerpo y por ella se eliminan un gran número de toxinas a través del sudor, siendo este un proceso beneficioso porque expulsamos sustancias que pueden perjudicar nuestra salud.
La alergia al sol es uno de los términos más utilizados con motivo de las primeras exposiciones solares de la primavera. Suele presentarse con rojeces en la piel y mediante la aparición de ronchas, granitos, picor, manchas o círculos rojos. En ese momento se recomienda acudir a un profesional para mejorar dicho problema cutáneo.
La piel se encarga de protegernos del calor, del frío y de las bacterias porque es impermeable y cuenta con la capacidad para regenerarse siempre que pueda hacerlo. Este es el principal motivo por el que debemos mantenernos siempre hidratados y más en las épocas de calor o exposición al sol.
Aunque hace ya un tiempo que conocemos las propiedades y problemas por déficit de Vitamina D, recordamos que la luz solar nos aporta esta Vitamina del Sol de manera natural y ayuda en la generación de serotonina y melanina. Mientras que la serotonina es la hormona de la felicidad, la melanina nos protege de los radicales solares y hace que nuestra piel adquiera mayor color (escudo protector).
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Pasar un largo periodo de tiempo expuesto al sol es contraproducente para nuestra salud. Hay que tener en cuenta que nuestra piel tiene memoria y las quemaduras de hoy pueden ser peligrosas de cara al futuro. Además, los rayos ultravioletas generar radicales libres y, en una parte, son los culpables del envejecimiento que se ve reflejado en la piel.
Después de la Guía práctica para cuidar la piel en invierno que te ha ayudado a mantenerla hidratada y superar los estragos del viento y el frío, te traemos una serie de consejos para cuidar la piel en primavera:
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