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Si estás leyendo estás lineas, no hay duda de que te gustaría tener un sistema inmune bien fuerte como base de una buena salud. Hoy nos vamos a centrar en tres sistemas,…
Si te cuesta ir al baño y, cuando lo haces, notas una obstrucción en el recto es probable que tengas estreñimiento. Hay múltiples causas, desde la obstrucción intestinal hasta el estrechamiento del colon, y para luchar contra este trastorno gastrointestinal lo mejor es seguir una dieta equilibrada y, si es necesario, contar con suplementos alimenticios, como los probióticos. Estos son microorganismos vivos que han tenido muy buenos resultados en pacientes con estreñimiento, lo que ha hecho que cada vez sean una solución alternativa más popular.
Beber poca agua y no comer suficiente fibra están detrás de las causas por las que podemos sufrir esta obstrucción gastrointestinal. El agua es uno de los motivos que provocan el aumento del volumen del bolo fecal, ya que interacciona con la fibra dietética a través de la formación de un bolo más viscoso, grande y gelatinoso, colaborando de esta manera con el paso a través del intestino.
Por otro lado, según un estudio científico coordinado por la Fundación Española de Nutrición (FEN), ha habido un enorme descenso en el consumo de fibra en España y en Europa, así como en el resto de países desarrollados. Alimentos como los cereales integrales, legumbres, verdura y fruta deben ser incluidos en la dieta de cualquier persona que sufra estreñimiento.
Otro motivo por el que podemos tener estreñimiento es por la inactividad física -como la falta de ejercicio o pasar demasiadas horas al día sentado- y tener una rutina sedentaria.
Además de los suplementos, hay muchos alimentos que tienen los microorganismos necesarios para combatir el estreñimiento, como el yogur o las leches fermentadas. El consumo de probióticos está estrechamente relacionado con una reducción significativa del tiempo de tránsito intestinal (unas doce horas y media al día) y con el incremento de las veces que vamos al baño.
Los probióticos tienen muchos beneficios. Por un lado, ayudan a digerir los alimentos y absorber los nutrientes de forma adecuada, lo cual es esencial cuando tenemos problemas gastrointestinales. Además, regulan el tránsito intestinal, que es la principal misión que tienen los suplementos contra el estreñimiento. También evitan la oxidación celular y el crecimiento de bacterias patógenas que podrían derivar en infecciones.
Los probióticos mantienen la función de barrera intestinal y aseguran la salud de nuestro sistema inmunitario, actuando sobre la inmunidad que tenemos de forma natural, así como en la adquirida, logrando proteger nuestro organismo contra infecciones e inflamaciones. Asimismo, pueden prevenir algunas alergias e intolerancias, ya que existe una estrecha relación entre la alergia y las mucosas y contar con una flora bacteriana en buen estado o suplementarse con probióticos contribuye en la mejora de los síntomas de la alergia con facilidad.
Por otro lado, como ya explicamos en Naturlíder, ayudan a aumentar las defensas naturales de nuestro cuerpo ya que cerca del 70%-80% del sistema inmunológico se encuentra en el aparato digestivo. Además, pueden ser un buen aliado de los deportistas ya que, si nos refriamos, la inflamación y el dolor de garganta serán habituales y el rendimiento deportivo caerá en picado ante la imposibilidad de entrenar con regularidad.
Si quieres saber más sobre los beneficios del uso de probióticos para deportistas, pincha aquí. Y para leer más sobre cómo ayudan los probióticos a definir el contorno, aquí.
Un estudio clínico del Complejo Hospitalario Donostia realizado en adultos con estreñimiento funcional concluyó que el suplemento Bifidobacterium lactis mejoraba la motilidad intestinal y, en consecuencia, lograba reducir el estreñimiento. Este probiótico promueve el desarrollo de una microbiota intestinal saludable a través del aumento de cuantas bifidobacterias hay en total. Otras bacterias que tienen consecuencias positivas son Lactobacillus casei y Lactobacillus reuteri, que logran aumentar la cantidad de bifidobacterias y lactobacilos y mejoran los síntomas del estreñimiento.
A través de la observación de los mecanismos por los que estos probióticos provocan su efecto, se han encontrado diferencias en la composición de la microbiota intestinal entre pacientes sanos y aquellos con estreñimiento, y se ha logrado correlacionar el incremento de la presencia de algunas bacterias probióticas con menos tiempo de tránsito intestinal.
Los metabolitos que vienen de la actividad de estas bacterias son causantes de los efectos positivos que ejercen. Asimismo, el sistema inmune influye en la motilidad intestinal de manera que hay una evidencia de la presencia de respuesta inflamatoria intestinal en pacientes con estreñimiento.
Existen cientos de probióticos diferentes, aunque las especies de Lactobacillus y Bifidobacterium son las más utilizadas como probióticos y se pueden consumir en forma de suplementos o formando parte de algunos alimentos. Si quieres saber todos los beneficios de estos dos probióticos, sigue leyendo en este enlace.
El probiótico se toma acompañándolo con un vaso con agua, porque así conseguimos reavivar las bacterias sin matarlas, e ingerimos de forma inmediata esta disolución, para que no le afecte la luz, la humedad ni el cambio de temperatura.
Hay varias cosas a tener en cuenta antes de tomar los probióticos. En primer lugar, no debemos mezclarlo con ninguna bebida caliente, azucarada o muy ácida, aunque algunos de los probióticos sean resistentes a estos medios. Lo ideal es que sea con agua. Por otro lado, lo mejor es que tomemos el probiótico por la mañana, por ejemplo, después de desayunar, teniendo el estómago lleno y antes de que empiece el día. No es bueno tomarlo después del mediodía.
Por otro lado, ya hemos hablado en alguna ocasión sobre la existencia de alimentos probióticos como el chucrut y diferentes fermentados llegados desde Asia como el repollo, nabo, berenjena, pepino, cebolla, zanahoria, yogurt o kéfir.