Probióticos contra el estreñimiento
Si te cuesta ir al baño y, cuando lo haces, notas una obstrucción en el recto es probable que tengas estreñimiento. Hay múltiples causas, desde la obstrucción intestinal hasta el…
¿Sabíais que la rivalidad entre las células que conforman la piel promueve su desarrollo saludable? Según un estudio publicado en la revista “Nature”, científicos de la Universidad de Rockefeller investigaron cómo las células de la piel de los ratones competían entre sí de dos formas diferentes, una durante el desarrollo embrionario temprano y la otra justo antes del nacimiento. A la conclusión a la que llegaron fue que gracias a esta “rivalidad” se crean barreras fuertes en la piel, ya que los científicos demostraron que, cuando se interrumpe la competencia, la piel se desarrolla más lentamente y forma una barrera menos efectiva.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo (mide alrededor de 2 metros y pesa de media unos 5 kilogramos) y es el órgano que nos protege de los agentes externos, regula nuestra temperatura corporal y nos protege de los rayos del sol, por eso es tan importante que dediquemos tiempo a su cuidado. Algunos hábitos diarios contribuyen a que nuestra piel esté sana como beber agua, evitar el alcohol y el tabaco, mantener una dieta saludable, realizar actividad física, etcétera, también existen algunos nutrientes indispensables para la salud de nuestra piel.
Otro estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague, ha dado explicación, por primera vez, a cómo se produce el desarrollo de las glándulas sebáceas en la piel. Durante la formación de la glándula sebácea, los investigadores descubrieron que cuando una célula madre se dividía daba lugar a dos células que formaban a su vez dos células madre nuevas. Y vieron cómo la glándula sebácea continuó creciendo hasta que alcanzó su tamaño maduro. Una vez llegado a este punto, el comportamiento de las células madre cambió, y las nuevas células sólo surgieron cuando las células maduras de las glándulas sebáceas estallaron para liberar sus lípidos hidratantes en la piel y, por lo tanto, se perdieron de la glándula sebácea.
Esta investigación es relevante porque, en palabras de una de las investigadoras, Marianne Stemann Andersen del Centro de Investigación e Innovación de Biotecnología (BRIC), se demuestra “por primera vez cómo se forman las glándulas sebáceas que contribuyen a la humedad natural de la piel y cómo las células madre las mantienen durante toda la vida y este conocimiento puede transferirse a personas con afecciones de las glándulas sebáceas, por ejemplo, acné o piel muy seca”.
Piel grasa: Algunas pieles tienen exceso de acumulación de sebo, lo que denominamos comúnmente como “piel grasa”. ¿Cómo cuidar la piel grasa? Una de las pautas principales a seguir es la limpieza de la piel para que el sebo no tapone los poros de la piel. Por otro lado, aunque la piel sea grasa, no debemos confundirlo con exceso de hidratación, porque sigue necesitando agua.
Piel seca: Algunas personas tienen la piel seca, aunque todos, en algún momento del año (sobre todo en invierno) padecemos este problema. Algunas de las prevenciones y cuidados que debemos llevar a cabo para prevenir la sequedad de la piel es la hidratación, limitar la exposición al agua, evitar los jabones secantes, y cubrir la mayor parte de piel cuando el ambiente es frío.
Piel mixta: Es la más común. Las personas que tienen piel mixta tienen algunas zonas secas y otras grasas en la piel facial, de hecho, se caracteriza por tener la T de la cara (frente, nariz, barbilla) grasa. Cuando tienes la piel mixta tienes que aportar la hidratación sin componentes grasos. Es decir, debes buscar cremas hidratantes para pieles mixtas que hidraten bien pero que no asfixien nuestra piel, con alto contenido en colágeno y en antioxidantes.
Los minerales fundamentales para que nuestra piel esté saludable son el selenio, el zinc y el cobre. Estos nutrientes los podemos encontrar en algunos alimentos, el zinc y el selenio, están presentes en pescados y mariscos, carnes y aves, nueces o productos lácteos, entre otros. Por su parte, el cobre lo podemos encontrar en cereales integrales y sus derivados o en vegetales verdes, entre otros.
Pero nuestra piel también necesita vitaminas, por ejemplo, las Vitamina B2, B3 y la biotina. La Vitamina B2 o Riboflavina es hidrosoluble, su carencia provoca una excreción excesiva de sebo que conduce a la aparición de una piel grasa y del acné. Beneficios: favorece la respiración celular y favorece la disolución de las grasas. La Vitamina B3 o Niacinamida que ayuda a la protección de la piel y contribuye a que la piel sea más resistente a los agentes destructores de la barrera.
Por otro lado, uno de los beneficios de la biotina consiste en la colaboración para que nuestro asimile las grasas, proteínas y carbohidratos imprescindibles para la formación de queratina, una de las estructuras proteínicas de la piel. Previene la irritación, sequedad y agrietamiento de la piel manteniéndola sana y evitando la aparición de las arrugas.
Además de encontrarlos en los alimentos, existen otros complementos alimenticios que incorporan minerales, vitaminas y extractos vegetales para el mantenimiento de la piel. Por ejemplo, Age Splendor, un complemento que contiene zinc, selenio y biotina. La biotina contribuye al mantenimiento del cabello y de la piel en condiciones normales, el Zinc contribuye al mantenimiento de la piel y las uñas en condiciones normales y la Vitamina B2 y la Vitamina B3 contribuyen al mantenimiento de la piel en condiciones normales.
Con el paso del tiempo, nuestra piel está más castigada y por eso es importante que el cuidado sea más habitual y consciente. Cuando llegamos a los 40, el envejecimiento de la piel es más común, comienza la flacidez, las pérdidas de densidad y las arrugas. Esto se produce porque nuestra piel pierde elasticidad, por lo que debemos aportar más colágeno y coenzima Q10.
El colágeno es la proteína que se encarga de crear las estructuras de todos nuestros tejidos a modo de red. De hecho, un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kyoto ha descubierto por primera vez que el colágeno de la piel está organizado en una estructura similar a una malla, y que las fibras elásticas, el tejido conectivo que se encuentra en la piel, siguen la misma orientación. El colágeno ayuda al incremento de la flexibilidad y la elasticidad de la piel combatiendo el envejecimiento.
Algunos suplementos como los ácidos grasos son beneficiosos para nuestra piel mientras que otros como el ácido hialurónico (verisol es una patente para mejorar el estado general y evitar el surco de las arrugas) están muy involucrados en el cuidado específico de la cara. Además de complementar la hidratación facial con cremas hidratantes para la cara, muchos de estos suplementos pueden incluir antioxidantes como la granada, la Coenzima Q10 y otros específicos para reforzar el resultado y lucir una piel espléndida en cualquier época del año, por ejemplo Age Splendor facial, un complemento alimenticio que contribuye a mantener la salud de la piel y su elasticidad, además de aumentar su elasticidad.
Cuando llega el verano muchas personas se exponen al sol porque quieren un bronceado perfecto, pero hay que proteger la piel frente al sol porque, además del cáncer, la exposición prolongada al sol puede conducir al envejecimiento prematuro de la piel, visible en forma de flacidez y arrugas.
Además de todos los protectores solares que utilicemos, existen complementos alimenticios que refuerzan esta protección. Algunos de ellos contienen zanahoria, borraja, betacaroteno, granada, tomate, entre otros nutrientes y vitaminas. Por ejemplo, Age Splendor Sun Star Plus, un complemento alimenticio que ayuda a potenciar el bronceado, lo prolonga y prepara a la piel para períodos de exposición solar frecuente. Además, posee cualidades fotoprotectoras y antiedad, protege a la piel y previene los daños causados por la exposición solar. Age Splendor Sun Star Plus también contiene vitamina E, uno de los antioxidantes de mayor eficacia para la piel, y licopeno, un pigmento vegetal que posee cualidades anti-radicales libres.
La Vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. El alto contenido en betacaroteno de este producto estimula la síntesis de melanina, pigmento responsable del tono moreno y de la protección natural de la piel frente al sol. El betacaroteno protege la piel del sol y además fija y prolonga el bronceado. La acción el betacaroteno se complementa con el extracto natural de granada, muy rico en polifenoles que le confieren notables propiedades antiedad.
Belén
Interesante aporte. En verano tomo el sol siempre con protección. En mi caso que tengo la piel muy blanca utilizo factor 50 plus, ya que me salieron hace años unas manchitas en la espalda, ya que me pasé tomando el sol cuando era pequeña. Por ello voy a un dermatólogo de mi cuadro medico, el cual me hace revisiones anuales, fotografiando todas mis manchas para después compararlas.